miércoles, 6 de febrero de 2008

SALIR A COMER

El mundo de la gastronomía es muy amplio y quien más o quien menos ha salido alguna vez a un restaurante, posada, fast-food, taberna, mesón,... Algunos sitios preparan verdaderas delicatessen
que nos llevan a la gloria y otros en cambio dejan mucho que desear. La verdad es que si todo va bien y llevas buena compañía la experiencia puede ser memorable. Mucha gente se preguntara que es lo que influye para que un sitio pueda regocijarnos hasta el hecho de ser memorable y la verdad es que depende de muchos factores. Algunos de esos factores naturalmente son personales pero otros en cambio dependerán del buen hacer de los restauradores y de la compañía que llevemos.
Por ejemplo: imaginemos que entramos en un restaurante, la paredes están desconchadas, las puertas chirrían, la mesas y las sillas cojean, el camarero es un borde, la comida no nos gusta y discutimos con quien vamos ¿que es lo más probable?, pues que no volvamos a ese restaurante.
Si embargo si sucede todo lo contrario, unas paredes bien pintadas con hermosos cuadros, buena luz, una mesa con un mantel elegante, sillas cómodas, el camarero es simpático y disfrutamos de una excelente compañía, seguramente repitamos. Es decir todo depende de lo bonito que sea el sitio, de lo agradable que sea el personal que te atiende, del buen hacer del chef y de la compañía que lleves, fundamentalmente. Con un poco de suerte en próximas ocasiones pasare a describir sitios donde he comido bien y si puedo tratare de explicaros porque he comido bien allí.